<<Matsuri>>(祭り) es la palabra japonesa para referirse a un festival o día festivo. Estos eventos pueden variar en función de la zona de Japón en la que nos encontremos, generalmente son fiestas en las que se reza y se agradece a las divinidades o <> y a los antepasados. Muchas de estas están relacionadas con la cosecha del arroz durante el final del verano. Durante estos festivales los asistentes desfilan por la ciudad/pueblo vestidos con trajes tradicionales y portando lo que se conoce como Mikoshi y Dashi.
Un <> es una especie de palanquín, según la creencia (fe) shinto, alberga una o varias divinidades. Estos palanquines pueden tener diversas formas y son portados normalmente por un grupo que carga dos largas barras de apoyo sobre los hombros.
Jidai Matsuri Festival 時代祭り、京都
Por otro lado, el <> es también una carroza o palanquín decorado que se sacan de los santuarios para los festivales anuales. Pero entonces, ¿cuál es la diferencia entre el Mikoshi y el Daishi?
Pues bien la apariencia entre ambos es similar pero sus roles en las celebraciones Shinto son muy diferentes. El <> es un vehículo para el viaje de una divinidad. Sin embargo, un <> es un tipo de hogar portable para la divinidad durante el festival y normalmente incluye un área para las personas que coordinan el movimiento del mismo a través de desfile. Además, es construido en base a una localización natural específica que se relaciona con la divinidad que va a ser honrada. Cada ciudad o localidad tiene sus propias y únicas ideas sobre los <> y la gente disfruta intentando distinguir cada diseño del otro.
SICHI GO SAN, el festival de los niños
Con la llegada del otoño llega la celebración en todo Japón del Sichi Go San, un Matsuri dedicado a los niños (15 noviembre). En él, los padres y madres de Japón llevan a sus hijos de tres, cinco y siete años (de ahí el nombre en Japonés) a los santuarios y templos, donde rezan para pedir por la salud de los mismos.
En el período Heian (794-1192) los niños y las niñas comenzaban a dejarse el pelo largo a partir de los tres años. Al cumplir los cinco, los niños vestían por primera vez el hakama, y las niñas que cumplían siete años se anudaban por primera vez el obi. Antiguamente las ceremonias de los niños de tres, cinco y siete años se celebraban por separado, pero con el paso del tiempo comenzaron a celebrarse juntas, dando lugar al shichi-go-san.
Hoy en día en el shichi-go-san las familias visten a sus hijos con sus mejores galas para visitar los distintos santuarios y templos, les compran el chitose-ame (un caramelo cuyo nombre puede traducirse como “el caramelo de los mil años”), y se toman fotografías en familia para recordar el momento.
Una de las escenas más tiernas del shichi-go-sanes ver a los niños vestidos de gala y disfrutando del popular chitose-ame, unas barras de caramelo de color rosa y blanco hechas para simbolizar el crecimiento de los niños con salud y alegría en sus vidas. Estos caramelos son estirados durante su fabricación, un proceso que otorga al popular dulce la idea de la longevidad, razón por la que es conocido también como sen-nen ame(“caramelo de los mil años”).
KASUGA WAKAMIYA ON-MATSURI
Al llegar el mes de diciembre, entre el 15 y el 18 de diciembre, se celebra en el hermoso complejo de templos Kasuga Taisha, en la ciudad de Nara, a 45km de Kioto, el Kasuga Wakamiya On-Matsuri. Durante estos días la música y otras actividades relacionadas con el pasado de Nara deslumbran las calles y a los visitantes de la ciudad.
El punto culminante del evento es el día 17, el llamado Hon-matsuri, donde se concentran las actuaciones más delicadas. Este día se presentan kagura, canciones y bailes dedicados a los kamis (divinidades), y bugaku, música de la corte que acompaña los bailes tradicionales.

Iniciado en el siglo XII, hoy día este festival rememora los períodos nobles en la historia del archipiélago. Al tercer día, se presenta un desfile histórico similar al famoso Jidai Matsuri de Kyoto. La Jidai Gyoretsu (procesión de diferentes épocas) reúne a más de quinientas personas que desfilan con trajes que van desde el período Heian (794-1185) hasta el período Edo (1603-1868).
Después de cuatro días todo el mundo vuelve a la realidad, saliendo de esta preciosa burbuja de tiempo, la cual el gobierno japonés ha calificado como bien cultural folckórico.
SENDAI TANABATA MATSURI
El festival de Tanabata, también conocido como el festival de las estrellas, tiene lugar durante el séptimo día del séptimo mes del año, a lo largo de todo el país. Importada desde China, de acuerdo con la antigua leyenda que relata como en ese día dos estrellas Altair y Vega cruzaron sus caminos en el cosmos, dando lugar así a una cita especial. Su popularidad creció rápidamente durante el período Edo, aunque desde el año 710 se empezó a celebrar junto con otra festividad japonesa conocida como tanabatatsume.
El mes de Julio es conocido en el pais nipón como «el mes de las letras» ( fumizuki ), dado que era costumbre en esta época del año escribir poemas y escritos sobre tanzaku, pequeños fragmentos de papel tintados de hasta 5 colores, todos ellos relacionados con los 5 elementos de la naturaleza. Estos pequeños trozos son colgados delicadamente sobre las ramas de finos troncos de bambú, para después ser lanzados al río o bien incinerados como ofrenda a los dioses.

Ahora bien, en lo que a Tanabata se refiere, sin duda el más renombrado es el Tanabata Sendai Matsuri. Este festival se celebra en la norteña ciudad de Sendai, situada cerca de la costa oriental de Japón. Esta celebración, junto con el Matsuri de Akita Kanto y el Matsuri de Aomori Nebuta, conforman el conocido como Tohoku Sandai Matsuri o «los tres grandes festivales de la región de Tohoku».

La atracción principal de este festival son las coloridas y algo estrambóticas tiras y banderolas que cuelgan a lo largo del centro del la ciudad, que deslumbran a todo aquel que accede a este hermoso paisaje veraniego, y que terminan relegando las miles de tiendas de estas calles a un segundo plano. Cada set de piezas de hasta 5 metros de longitud es elaborado a mano por parte de las tiendas locales, los colegios y grupos comunitarios. Para crear estas obras se necesita del tradicional bambú y de un papel especial conocido como papel washi, el cuál debido a su fineza permite dar forma a infinidad de bellas figuras.
Estas gigantescas banderolas representan los hilos de tejer de un telar, y constan de una parte superior con forma esférica, conocida como kusudana, la cual soporta la carga de la banderola; y una segunda parte llamada fukinagashi, elaborada con tiras de papel de gran longitud, ambas colgadas sobre postes de bambú a una altura de aproximadamente 10m.
Junto a estas maravillosas obras de arte artesanal podemos encontrar otros tipos de elaboraciones hechas para dar color y decorar esta increíble fiesta: tiras de papel tanzaku, para pedir por el éxito en los estudios; las grullas orizuru, para desear una vida sana y próspera; el kimono kamigoromo como protección contra enfermedades; y el bolso kinchaku para el éxito en los negocios (entre muchos otros).
Con esto terminamos nuestra ruta por el maravilloso festival de Sendai, esperamos os haya emocionado esta visita y ¡nos vemos en la siguiente!.
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